Recibimos habitualmente encargos para “reparar humedades” que sufren algunas viviendas y que, por norma general, suelen atribuirse a filtraciones a través de fachadas o cubiertas de los edificios.
Con la experiencia de multitud de casos analizados en Altur, podemos afirmar que:
- En nuestra zona, el clima cálido y la especulación inmobiliaria han favorecido a que la construcción de viviendas no prestase demasiada atención a la calidad del aislamiento.
- El clima, además de cálido, es seco, por lo que ocurre algo similar con la calidad de las soluciones de impermeabilización.
La consecuencia es que, en la época de más frío, que generalmente coincide con la época de lluvias, son muy habituales los problemas de filtraciones y los problemas de humedades por condensación, pudiéndose confundir ambos fenómenos.
¿Cómo distinguir las filtraciones de las condensaciones?
Cuando se producen goteras, manifestándose vías de entrada de agua coincidiendo con la lluvia, no hay duda: se trata de una filtración.
Sin embargo, no está tan claro cuando aparecen manchas de moho sobre la pared interior y, a pesar de “percibirse” olor a humedad o incluso superficies húmedas al tacto, no hay una clara vía de entrada de agua durante los episodios de lluvia.
En este caso, podría tratarse de humedades por condensación, por filtración o por ambos fenómenos actuando a la vez.
Sistema de estudio de mayor probabilidad a menor probabilidad
En primer lugar, hay que realizar un análisis de la parte exterior coincidente con la zona afectada en el interior, teniendo en cuenta la trayectoria que recorrería el agua en función a la forma y geometría de los cerramientos.
Si se aprecian deficiencias evidentes, existirá una alta probabilidad de filtración por lluvia. En este caso siempre propondremos la reparación de los paramentos exteriores por la lógica necesidad de mantenimiento de los edificios.
En segundo lugar, es preciso realizar un análisis de la parte interior donde se manifiestan los signos de haber sufrido exposición a humedades. Si existen Bambollas (bolsas de agua que han deformado la capa de pintura sin llegar a atravesarla) y/o manchas amarillentas en forma circular, normalmente anillada alrededor de un punto concreto, tenemos una evidencia de alta probabilidad de filtración.
En estos casos, si no existiesen evidencias de deterioro en los cerramientos, propondremos la realización de pruebas de estanqueidad, que consisten en someter a una simulación de condiciones de lluvia intensa a los paramentos exteriores cuyo posible fallo de impermeabilización podría estar causando la filtración. El resultado de las pruebas determinará qué partes del edificio deben ser reparadas para asegurar su impermeabilización.
Probabilidad de causa por humedades de condensación
Es fácil distinguir la causa de las “humedades” a través de un simple análisis de la señales que aparecen. Las forma de las manchas, generalmente punteadas de moho, nos van a indicar en la mayoría de los casos lo que está ocurriendo.
Si existen manchas de moho que se localizan en zonas concretas que coinciden con “puentes térmicos”, zonas con reducida ventilación (detrás de cuadros, muebles, ..) y se ubican tras paredes de fachadas o cubiertas sombrías u orientadas a norte y en plantas superiores del edificio, podremos afirmar que existe una alta probabilidad de origen por condensaciones.
En estos casos, propondremos el estudio de las diferentes posibilidades de afrontar el problema teniendo en cuenta las dimensiones o grado de afectación y los costes y viabilidad de las medidas de corrección implementables.
La solución definitiva será a través de mejorar el aislamiento, si bien es cierto que los efectos pueden reducirse sustancialmente simplemente mejorando la ventilación de las estancias afectadas.